Hace exactamente 13 años, en Budapest, Argentina jugaba un partido amistoso ante Hungría con José Pekerman sentado en el banco albiceleste. En ése mismo banco de relevos estaba un tal Lionel Messi, un pibe de 18 años que había sido convocado por primera vez con el seleccionado.
A los 21 minutos del segundo tiempo, Pekerman decide meter a Messi por Lisandro López. Pero la Pulga sólo iba a durar ¡47 segundos! en cancha ya que le propinó una dura falta a un húngaro que obligó al árbitro del partido a sacarle la tarjeta roja. El resto, es historia conocida.
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