En vísperas ante Huracán, dos protagonistas de Independiente encendieron la polémica. Emmanuel Gigliotti declaró que él no hubiese sacado al goleador de la Superliga en el desafío ante River por Copa Libertadores; y Fernando Gaibor confesó que para un futbolista es difícil demostrar sus condiciones si juega un partido y observa otros tres desde el banco de los suplentes.
Esas palabras pudieron haber alterado la tranquilidad en el Rojo, pero fue a la inversa: en los últimos dos encuentros (ante Huracán y Atlético Tucumán) fueron los dos mejores del equipo. ¿Nace una sociedad temible para los rivales?
Frente al Globo existieron muchos puntos altos, pero el ecuatoriano y el Puma estuvieron en lo más alto del podio: el 10 asistió al 9 en el primer gol y también abasteció al resto, que despilfarró muchas acciones de riesgo.
La tendencia se repitió en Tucumán pese a cosechar un resultado adverso. La excursión por el norte argentino dejó preocupación en la parte roja de Avellaneda, pero estos dos protagonistas volvieron a destacarse.
Gaibor anotó (mediante la pena máxima) para el 1-1 parcial y luego dejó cara a cara a Gigliotti, quien fusiló a Cristian Lucchetti para firmar el 2-2 parcial, que no pudo sostenerse por errores groseros.
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