Hay un dicho que dice: "El que se fue a Sevilla... perdió su silla". Y esto parecen sufrir en carne propia Gustavo Gómez y su representante. Parece que el paraguayo se arrepintió de pedir una flotación libre del dólar y por medio de su representante pidió firmar contrato con Boca.
Sin embargo, del otro lado del teléfono, la dirigencia xeneize le comunicó que ahora van a tener que esperar, porque de la única forma en que Gómez sea jugador de Boca es si Lisandro Magallán es solicitado, nuevamente, por el Ajax de Holanda.
Recordemos algo importante: Magallán viajó a Holanda y tenía todo listo y acordado, pero tenía que esperar que Boca comprara alguien para reemplazarlo. Como Gómez se "hizo desear", el club terminó comprando a Izquierdoz y Magallán debió volverse a Buenos Aires.
Ahora, el defensor central paraguayo quiere rebobinar la historia y firmar con Boca, mientras tanto, el club de la Ribera ahora no está con la urgencia que en su momento Gómez no supo entender y que ahora, ahora es tarde...
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